El cáncer y la enfermedad cardiovascular son dos de las principales causas de muerte en el mundo. Si bien se trata de dos enfermedades diferentes, están estrechamente relacionadas de varias maneras, a continuación descubra de qué forma.
Factores de riesgo compartidos:
El cáncer y la enfermedad cardiovascular comparten varios factores de riesgo, como la edad, el tabaquismo, la obesidad, la diabetes y la hipertensión arterial. Estos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar ambas enfermedades.
Efectos secundarios de los tratamientos oncológicos:
Los tratamientos oncológicos, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden tener efectos secundarios que afectan al sistema cardiovascular. Por ejemplo, la quimioterapia puede dañar el músculo cardíaco, lo que llega a provocar insuficiencia cardíaca. La radioterapia puede dañar el pericardio, y desarrollar una pericarditis.
Complicaciones en pacientes con enfermedad cardiovascular preexistente:
Los pacientes con enfermedad cardiovascular preexistente tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones cardiovasculares durante el tratamiento oncológico. Por ejemplo, las personas con insuficiencia cardíaca pueden ser más propensas a desarrollar una insuficiencia cardíaca aguda durante la quimioterapia.
Importancia de la prevención:
Los pacientes con cáncer y enfermedad cardiovascular preexistente deben trabajar con sus médicos para desarrollar un plan de tratamiento que minimice los riesgos cardiovasculares. Este plan puede incluir cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso, el ejercicio regular y el abandono del tabaco.
El cáncer y la enfermedad cardiovascular son dos enfermedades que pueden tener un impacto significativo en la salud y la calidad de vida de las personas. Es importante conocer la relación entre estas dos enfermedades para que los pacientes y sus médicos puedan tomar las medidas necesarias para reducir el riesgo de complicaciones.
Algunos consejos para pacientes con cáncer y enfermedad cardiovascular:
· Hable con su médico sobre su riesgo cardiovascular. Su médico puede ayudarle a desarrollar un plan de tratamiento que se adapte a sus necesidades individuales.
· Haga cambios en su estilo de vida. Una dieta saludable, el ejercicio regular y el abandono del tabaco pueden ayudar a reducir su riesgo cardiovascular.
· Mantenga sus factores de riesgo bajo control. Si tiene presión arterial alta, colesterol alto o diabetes, es importante que los controle con medicamentos o cambios en el estilo de vida.
· Sea proactivo. Informe a su médico de cualquier nuevo síntoma o cambio en su salud.
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