Las claves para entender qué es la psoriasis y cómo tratar esta enfermedad

Las claves para entender qué es la psoriasis y cómo tratar esta enfermedad

A sus 17 años, Lissette Hidalgo se despertó con un pequeño granito en su pierna izquierda que le picaba y le causaba malestar. No sabía lo que era. Pero esa pequeña erupción en la piel poco a poco fue creciendo y convirtiéndose en una lesión que además de causarle comezón, sangraba.  A los pocos meses, las lesiones pasaron a ocupar el 90% de su cuerpo. Eran como llagas rojas, como lastimados o quemados. Sentía que su piel se descamaba. Al poco tiempo fue diagnosticada con psoriasis.

Adicional al dolor físico que le provocaba le enfermedad en su cuerpo, el golpe emocional a tan corta edad fue feroz. No podía usar camisetas, faldas o shorts porque tenía miedo a ser discriminada, señalada o excluida, que sus amigos y compañeros de estudio pensaran que sufría de una enfermedad contagiosa.

Ha consultado dermatólogos, acupunturistas, homeópatas y decenas de tratamientos caseros y con cremas que se promocionan y recomiendan en el internet. Con ellos ha tenido mejoras por épocas, hasta que en junio pasado, en la Fundación Ecuatoriana de la Psoriasis (FEPSO) le aplicaron un tratamiento muy efectivo a base de rayos UV y de infiltraciones de medicamentos a precios muy accesibles.

Lissette ha vivido más de una década con esta enfermedad, pero ahora está más tranquila con estos últimos tratamientos que prácticamente han eliminado las lesiones en su cuerpo.

La psoriasis es una enfermedad crónica que afecta la piel, uñas y articulaciones. Se manifiesta con aparición de lesiones en la piel que suelen presentar las mismas características: placas rojas, engrosadas y con descamación. Estas lesiones que pueden presentarse en todo el cuerpo (afectando incluso uñas y cuero cabelluda) generan en la piel resequedad, picor y ardor.

Diversos estudios demuestran que la psoriasis afecta la vida cotidiana de los pacientes en sus relaciones familiares, la vida en pareja y su entorno profesional. Esto se debe a que las lesiones muchas veces son visibles, especialmente cuando se localizan en cara, manos o área genital. Así la psoriasis tiene una enorme repercusión psicológica en las personas que la padecen.

En el mundo actual, la presión social por tener una buena imagen sumado al estrés de la enfermedad hace que los pacientes sufran sentimientos de miedo, pena y vergüenza, ansiedad, irritabilidad, falta de concentración, baja autoestima, frustración, aislamiento social. Por ello, muchos de estos pacientes son estigmatizados o rechazados y ello provoca un impacto negativo en la calidad de vida de las personas, lo cual limita así su vida laboral, social, personal y familiar.

Aunque dos de cada tres personas saben que la psoriasis no es contagiosa, el 5% cree que se pude trasmitir por un beso y casi la mitad de los enfermos sienten que los demás les tratan de forma distinta debido a su patología.

Por ello, es fundamental tomar conciencia de esta enfermedad y un inicio para manejarla es recibir un tratamiento integral, en coordinación con dermatología, psicología y, eventualmente, psiquiatría con el objetivo de controlar las repercusiones psicosociales de esta enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió el 29 de octubre de cada año como el Dia Mundial de La Psoriasis, con el propósito de dar a conocer esta enfermedad y ayudar a quienes la padecen. La mayoría de los estudios señala que la psoriasis afecta al 2% de la población mundial, se presenta en ambos sexos por igual y puede manifestarse en cualquier momento de la vida. La edad media de aparición es a los 33 años aproximadamente.

Para tratar esta enfermedad, es importante establecer un diagnóstico oportuno y veraz para instaurar un tratamiento adecuado según la severidad y localización de la enfermedad.

Los tratamientos han mejorado en los últimos años, si hay pocas lesiones se opta por productos tópicos, derivados de la vitamina D, breas, corticoides, emolientes y humectantes.

Si el número de lesiones es elevado se sigue un tratamiento con fototerapia UVB, baños de sol, medicamentos orales como los retinoides, ciclosporinas entre otros. Sin embargo, para lesiones graves o resistentes a la terapia tradicional, se está utilizando tratamientos biológicos que se administran por vía subcutánea o intravenosa son muy eficaces y mejoran la calidad de vida de muchos pacientes.

Estos tratamientos tienen costos muy elevados y siempre deben estar bajo la prescripción y control de un médico dermatólogo.

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