Se ha demostrado que existe una relación importante entre la nutrición y las enfermedades neurodegenerativas como la Enfermedad de Parkinson (EP). Por este motivo, los pacientes deben recibir por su médico tratante una evaluación y orientación nutricional. Esto permitirá mejoría en los síntomas causados por la enfermedad y, al mismo tiempo, ayudará en su calidad de vida.
Pérdida de peso
Con la progresión de la enfermedad puede aparecer pérdida de peso, en general debido al aumento del gasto de energía y a una ingesta de comida insuficiente. Se cree que los movimientos involuntarios (disquinesias y temblor severo), la rigidez y posiblemente la mala absorción de los alimentos podrían ser parte de la explicación del aumento de consumo de energía.
Así mismo, otros factores que podrían tener relación con la pérdida de peso son la disminución del olfato, por alterar el interés en la comida, y los trastornos cognitivos.
Incluso, al haber una pérdida de peso, hay un bajo índice de masa corporal el cual puede asociarse a una disminución de la densidad ósea. Esto hace que haya un aumento de riesgo de fracturas.
Aumento de peso
Se describen varios motivos por los que algunas personas con Parkinson podrían aumentar su índice de masa corporal. Entre ellos, los tratamientos quirúrgicos como la estimulación cerebral profunda, se asocian al aumento de peso, que se produce debido a la mejoría de los síntomas motores como cambios hormonales y aumento del apetito. Por otro lado, los agonistas dopaminérgicos pueden causar como efecto adverso, compulsión por la comida.
Es importante controlar el aumento de peso ya que puede incrementar el riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular y algunos tipos de demencia.
Disfagia o dificultad para tragar
Las dificultades para tragar son frecuentes en pacientes con Enfermedad de Parkinson y su detección es importante para prevenir broncoaspiraciones. Además, puede asociarse a hipersalivación, que puede implicar impacto a nivel social.
La mejoría de los síntomas motores puede en algunos casos mejorar la disfagia. Así mismo, la hipersalivación puede tratarse con aplicación de toxina botulínica local en las glándulas salivares. Este tratamiento se realiza de forma ambulatoria y con mínimas molestias para el paciente, logrando un resultado duradero.
El tratamiento brindado por un especialista en fonoaudiología para evaluar y detectar trastornos de la deglución es fundamental.
Constipación o malestares estomacales
El estreñimiento es el síntoma gastrointestinal que se presenta con mayor frecuencia y suele empeorar a medida que la Enfermedad de Parkinson progresa. Además del malestar abdominal puede producir megacolon y obstrucción intestinal.
Es primordial realizar una dieta alta en fibras (30-35 gramos por día), con adecuado consumo de agua (por lo menos un litro y medio) y realizar actividad física aeróbica. Los laxantes se indican solo en algunos pacientes y se sugiere realizar una consulta con gastroenterología para descartar otras causas de constipación mediante estudios y posteriormente adecuar el tratamiento.
Manejo de la dieta en pacientes tratados con levodopa
La levodopa compite con los aminoácidos de la dieta para su absorción. Los aminoácidos forman las proteínas, estas se encuentran en alimentos como los huevos, lácteos y carnes. Es por esto que en los pacientes con Enfermedad de Parkinson avanzada es necesario realizar una redistribución de proteinas, restringiendo su consumo en el desayuno y almuerzo y priorizándolos en la merienda y cena.
De esta forma, se logra una mejor absorción y acción de la levodopa durante el día.
Idealmente, se debe tomar la levodopa media hora antes de comer y siempre respetando los horarios de las dosis.
Artículo escrito por: Dra. Macarena Gonzalez (médica neuróloga)
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Referencias:
Barichella M, Cereda E, Pezzoli G. Major nutritional issues in the management of Parkinson's disease. Mov Disord. 2009 Oct 15;24(13):1881-92. doi: 10.1002/mds.22705. PMID: 19691125.
AV-VAR-VAR-G1008-2022-Vig.AGO2024-VAR
