¿Qué hacer después de un accidente cerebrovascular (ACV)?

¿Qué hacer después de un accidente cerebrovascular (ACV)?

En el Día Mundial del ACV recordemos la importancia de los programas de rehabilitación para disminuir su impacto en los pacientes.

Según datos de la Organización mundial de la salud (OMS), la enfermedad cerebro vascular (ACV) es la primera causa de discapacidad en adultos a nivel mundial1. La incidencia promedio mundial es de 200 casos por cada 100 000 habitantes cada año, y una prevalencia de 600 casos por cada 100 000 habitantes. En Panamá, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) en 2016, el accidente cerebrovascular representa el 8.5% de las causas de defunciones en Panamá y de acuerdo al grupo de edad en personas de 65 años o más representa el 11.6%.

De acuerdo con la Dra. Maria del Pilar Muiña, médica especialista en medicina física y rehabilitación, el Accidente cerebrovascular (ACV) o derrame cerebral, como es popularmente conocido, es un cuadro que se caracteriza por un conjunto síntomas y signos que alteran la función cerebral causando daño severo al cerebro, lo cual puede provocar discapacidad permanente e incluso la muerte.

Existen 2 tipos de ACV, según explica la Dra. Muiña, “El accidente cerebrovascular se clasifica como isquémico y hemorrágico. El ACV isquémico se debe a una interrupción del flujo sanguíneo en un vaso cerebral por quistes, tumores, trombos (formación de coágulos en las arterias del cerebro) o émbolos (coágulo formado en otra parte del cuerpo y que se desprende hasta llegar al cerebro). El ACV isquémico representa el tipo más frecuente de ACV (70-80% de los casos).

Por otro lado, el ACV hemorrágico es consecuencia de la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro y tiene una mayor tasa de mortalidad que el ACV isquémico. Las causas más frecuentes que produce este tipo de ACV son la hipertensión arterial y los aneurismas cerebrales.

La Dra. Muiña refiere que “para disminuir el riesgo de padecer un ACV, es relevante concientizar a los pacientes y realizar los cambios sobre los factores de riesgo que pueden provocarlo, como son el estrés, el tabaquismo, el sobrepeso, el sedentarismo, la alimentación, el mal control de la presión arterial, entre otros”.

Es importante reconocer los síntomas producidos por un ACV, para identificarlo como tal y tratarlo lo antes posible. Estos incluyen debilidad o entumecimiento de la cara, brazo o pierna (por lo general en un lado del cuerpo), confusión, dificultad para hablar o entender el lenguaje y para ver con uno o ambos ojos, fuerte dolor de cabeza, mareos y problemas para caminar.

Las personas que han sufrido un ACV, requieren un tratamiento oportuno para disminuir el riesgo de muerte, complicaciones y disminuir las consecuencias que pueda provocar. «La rehabilitación es una parte fundamental del tratamiento para recuperar la funcionalidad y mejorar la calidad de vida», refiere la Dra. Muiña.

¿Qué consecuencias hay después de un ACV?

Después de un derrame cerebral las personas se enfrentan a diferentes complicaciones según el tipo, extensión de la lesión y el lugar del cerebro que fue afectado. Entre las complicaciones más comunes están: debilidad o parálisis, dificultad al hablar, fallas en la memoria, dolor constante y limitaciones en el movimiento por contracción muscular involuntaria, llamada espasticidad. Esta última, puede ser dolorosa y debilitante, por lo que es importante tratarla.

La espasticidad genera que las articulaciones se flexionen y mantengan en una misma postura todo el tiempo, haciendo que las manos permanezcan cerradas, las piernas estén más rígida y el pie se desvíe al caminar, causando incomodidad y dolor. Esto genera que las personas tengan dificultad para hacer actividades comunes como vestirse, caminar, asearse, comer, entre otras. Entre el 30 – 40% de los pacientes que han sido diagnosticados con un ACV tendrá un impacto en su movilidad, de estos, solo el 6% tiene una recuperación completa3.

De acuerdo con la Dra. Muiña, la espasticidad impacta directamente en la calidad de vida de las personas que han sufrido un ACV, afectando no solo la parte física, sino también en su parte emocional como la autoestima y el humor. Además, ese impacto se extiende también a su grupo familiar, por eso debe tratarse y mejorarse.

Los impactos de la falta de rehabilitación

La Dra. Muiña refiere que la rehabilitación de estos pacientes varía según las limitaciones funcionales y el tiempo transcurrido después del evento, debido a que existe un proceso llamado neuroplasticidad mediante el cual los pacientes con ACV pueden recuperar las habilidades perdidas y mejorar su independencia, por esto último es necesario realizar rehabilitación lo más pronto posible.

Entre las intervenciones más comunes se encuentran las sesiones de fisioterapia, terapia ocupacional, fonoaudiología, psicología, neuropsicología, prescripción de férulas, ayudas de soporte para la marcha, sillas de ruedas, medicamentos, ejercicio supervisado, entre otras.

Rehabilitación: entre más rápido mejor

Actualmente, en Panamá, existe una brecha de tiempo importante entre la salida del hospital de una persona que ha sufrido un ACV y el inicio o la continuidad en sus terapias de rehabilitación. » Se debe incentivar a que el paciente empiece lo más pronto posible sus terapias de rehabilitación mientras esté en el hospital, así como la continuidad de la misma después de darle salida. “De igual forma, es necesario crear una estrategia de rehabilitación y educar al paciente y a su familia en la importancia de seguir los tratamientos farmacológicos que complementan la terapia física. Esto conllevará a una mayor estimulación funcional, autonomía y compromiso del paciente y su familia en el proceso de rehabilitación» dice el Dra. Muiña.

La falta de rehabilitación después de un ACV puede ser perjudicial para la persona y sus familiares. “Las consecuencias pueden ser más grandes y la dependencia de un cuidador puede ser mayor si no se realiza un adecuado proceso de rehabilitación”, afirma la Dra. Muiña.

Rehabilitación en tiempos de COVID 19

Con relación a la rehabilitación de las personas que ha sufrido un ACV en el contexto de la pandemia COVID 19, la Dra. Muiña refiere: “Se han realizado esfuerzos para garantizar que las personas que han sufrido un ACV realicen los programas de rehabilitación a pesar de la emergencia sanitaria, es así como, se han creado múltiples estrategias desde telerehabilitación y autorehabilitación. Estas estrategias permiten dar continuidad a los programas rehabilitadores sin exponer a los pacientes o a sus familiares a contagios por el coronavirus.

Si requiere más información o una consulta particular y se encuentra en Panamá, por favor consulte a la Dra. Maria del Pilar Muiña:

Centro Rehabilitación Médica Panamá
Edificio Edison Corporate Center
Piso 12 Torre A Oficina E
Ciudad de Panamá, Panamá
CEL. 68515893

Referencias

  1. WHO: Stroke-1989. Recommendatios on stroke prevention, diagnosis, and therapy. Reposrt of the WHO Task Force on Stroke and Other Cerebrovascular Disorders. Stroke 20:1407-1431, 19889.
  2. Moreno-Zambrano D, Santamaria D, Ludeña C, et al. Enfermedad Cerebrovascular en el Ecuador: Análisis de los Últimos 25 Años de Mortalidad, Realidad Actual y Recomendaciones. Rev. Ecuat. Neurol. Vol. 25, No 1-3, 2016
  3. **Arias Cuadrado A. Rehabilitación del ACV: evaluación, pronóstico y tratamiento. Galicia Clin 2009; 70 (3): 25-40

AV-VAR-VAR-S175-2021-Vig.SEP2023-VAR