Aproximadamente, una de cada cien personas padece de epilepsia1. Su correcto tratamiento es fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con esta enfermedad.
Cada 26 de marzo se conmemora el Purple Day, una fecha internacional creada a partir de la idea de Cassidy Megan, una joven canadiense que padece epilepsia, y que tiene por objetivo concientizar sobre esta enfermedad la cual genera un trastorno neurológico del sistema nervioso central, específicamente del cerebro.2
La epilepsia es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes: se estima que 50 millones de personas en el mundo la padecen3, en su mayoría en edad pediátrica. Se caracteriza por una predisposición aumentada a presentar crisis epilépticas con las consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales de esta enfermedad.
Ésta se puede presentar a cualquier edad, sin distinción de sexo, raza, o clase social. Las crisis que genera pueden darse en cualquier momento de la vida, aunque tienden a aparecer en la infancia o en la adolescencia tardía, y la incidencia aumenta nuevamente después de los 65 años.
Si bien la mayoría de los cuadros son autolimitados -quiere decir que los pacientes responden bien a un solo fármaco-, un 30% son refractarios: en otras palabras, que las crisis en la persona persisten a pesar de llevar un tratamiento farmacológico adecuado y precisan entonces, una combinación de fármacos antiepilépticos e incluso sumar tratamientos no farmacológicos.
Cómo detectar un posible cuadro de epilepsia
Antes de empezar cualquier tratamiento para la epilepsia, es importante acudir al médico para verificar que sí haya presencia de este trastorno. El diagnóstico de la epilepsia necesita que la persona haya presentado al menos dos episodios de convulsiones.
Las crisis epilépticas pueden manifestarse a través convulsiones, ausencias, movimientos involuntarios, espasmos epilépticos, crisis tónicas (un tipo de convulsión que produce pérdida de conocimiento y contracciones musculares violentas). En el caso de que una persona presente una crisis, es importante saber cómo asistirla.
Cómo se diagnostica la epilepsia y cuál es su tratamiento
Para obtener un correcto diagnóstico es importante acudir a un médico neurólogo o, en el caso de los niños, a un neuropediatra. Incluso, en algunas ocasiones, el paciente puede ser remitido a un especialista o centro especializado en epilepsia, sobre todo cuando no responde al primer fármaco antiepiléptico recetado. Una vez realizada la evaluación, el médico es quien formulará el tratamiento indicado.
“Existen diferentes alternativas de tratamiento, de hecho, actualmente se disponen de fármacos novedosos como la lacosamida y el brivaracetam, que son medicamentos anti-crisis eficaces y seguros, con mínimos efectos adversos” explica el Dr. Santiago Flesler, médico neuropediatra especialista en epilepsia y miembro de la Sociedad Argentina de Neurología Infantil.
“Cabe señalar que el 70 % de las personas con epilepsia pueden liberarse de las convulsiones tan solo con medicamentos, por eso es importante consultar con un médico especialista para que pueda indicar el procedimiento adecuado para cada caso y, posteriormente, es esencial que el paciente mantenga su tratamiento” destacó el Dr. Flesler.
A través de estos tratamientos es posible mejorar la calidad de vida del paciente al reducir sus episodios de epilepsia. Es importante recordar que esta enfermedad no debe limitar a los paciente en absulto. De igual forma, el trabajo en equipo del médico, los padres, niñas y niños son la mejor práctica en esta situación.
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Referencias:
- Liga Argentina Contra la Epilepsia (2023). Aprendiendo subre la epilepsia. [Online] Recuperado de: https://www.lace.org.ar/aprendiendo_sobre_la_epilepsia.html
- Purple Day (2022) [Página aweb] Recuperado de: https://purpledayeveryday.org/
- Organización Mundial de la Salud (2023). Epilepsia. [Online] Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/epilepsy
AV-VAR-VAR-M498-2023-Vig.MAR2025-VAR